domingo, 6 de noviembre de 2022

MERENGUE

 RETO ANÓNIMO Nº 42: EL JUEGO DE LAS PALABRAS (2020)

PALABRAS BASE: RUTILANTE, SOÑAR, MADRE (y sus variantes), BURBUJEANTE, BELINGO (fiesta), ENTUSIASMO, TERNURA, CORAZÓN, DISFRUTAR, VIAJAR, ABRAZAR, AMOROSO, ILUSIÓN, MERENGUE y BAILAR.
MERENGUE (Verso)

Merengue, merengue firme,

que ya estamos de belingo..

Vamos con entusiasmo… ¡Mamita!.

Mezclemos ilusiones… ¡Negrita!

Viajar entre calentura y ternura

para soñar…

¡Vamos a bailar merengue,

pa’ disfrutar!

¡A buscarnos con abrazos

y meneos amorosos

el corazón!

Baten que baten, caderas,

brazos y piernas se agitan.

Y con pasos marcaditos

giramos como el merengue

en el batidor.

En la copa burbujeante

bailan luces rutilantes,

que se abrazan en la espuma

de un amor.

EL BOSILLO (Protagonismo de un objeto)


 PROTAGONISMO DE UN OBJETO

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El bolsillo 
.
Enojada con el Sombrerero, Alicia se retiró de la merienda eterna de las tazas sucias. Otra vez le habían tomado el pelo en este país de locos y de sinsentidos; pero no había sido en vano.
Cuando vio la puerta mágica en el tronco del árbol, no dudó ni un momento: con prudencia sacó de su bolsillo la botellita y los trozos de seta de la oruga, y los fue combinando sabiamente, para pasar al jardín encantado.
Nunca más sería la niñita perdida en las locuras de la fantasía desbocada.
Descubrió que el bolsillo profundo de su delantal a cuadros conectaba con su infancia y con su futuro; y que allí se guardaban todas las migas de sabiduría atesoradas hasta entonces en el delirio y el ensueño.

BALLET( Protagonismo de un objeto)

 PROTAGONISMO DE UN OBJETO.

Ballet (Verso)
Zapatillas de raso
que me han llevado
por un lago de cisnes
negros y blancos.
Con sus lazos atados
a mis tobillos,
han bajado a los saltos
la escalera de mármol
del gran palacio,
antes que la carroza
volviera a ser zapallo.
Livianas zapatillas
fueron trenzando
en mil nubes de música,
ensueño y magia.
Han bailado y volado
en cuentos de hadas…
Amores, desamores…
ramos de flores…
bises y aplausos…
Y aun las tengo ahora
para elevarme
sobre caminos duros,
hacia el encanto,

LUNA DE MIEL

Anoche tuvimos una discusión desagradable: anacardos venenosos y amargos, en medio de la dulce luna de miel. La infaltable estulticia del malhumor y el cansancio.
Nos fuimos a dormir, resentidos, tristes. Pero algún genio voluptuoso nos cosquilleó en la madrugada, y despertamos abrazados y hambrientos.
—¡Cáspita! ¡Nos hemos reconciliado, entonces!—, bromeamos con suave ironía.
Desde el balcón de la posada, oteamos el paisaje. El sol ya prendió caricias y colorines sobre la playa; alguno que otro rincón rebelde se aferra a la umbría, pero triunfa la luz.
—Lindo para reconciliarnos del todo. Preparemos el mate y unos criollitos para desayunar.
Trajinamos unos minutos; casi estamos listos… Y, de pronto la habitación se inunda de hialinos efluvios.
—Pero… ¡Cáspita! ¡Qué olor asqueroso! ¡Y qué griterío!
El conserje nos cuenta que anoche hubo pesca furtiva. Los pescadores han dejado abundantes desperdicios. Contra el horizonte, se dibujan las sombras lejanas de las barcazas en fuga. Los albatros se precipitan lanzando albricias sobre los restos de la pesca. Se entabla una lucha grosera por el banquete; graznidos hirientes, garras agudas
—No, ahora no. Nada de playa.
Cerramos el balcón de la pieza. Sin duda el duende travieso de esta madrugada será más amable con nuestro reencuentro. 
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LOS CORMORANES DEL PESCADOR CHINO

 RETO Nº45: EL JUEGO DE LAS PALABRAS.

 
Un día, un pescador chino, gran amigo de Google y de Wikipedia, resolvió probar si los cormoranes lo seguirían como los patitos a Lorenz. ¿Para qué? ¡Para que lo ayudaran en la pesca! En el inmenso hastío de las siestas de verano, observó bastante tiempo a la nidada, y un día antes de la eclosión se robó varios huevos.
¡Y funcionó! ¡Tuvo una bandada de cormoranes y cormoranas!
Los embelesó el efímero amor del pescador; tanto que lo seguían con alegría. Y con toda honestidad le entregaban el botín.
No había esperanza de que les dejara comer, alguna vez, uno de esos peces grandotes que no podían pasar por su garganta, anillada con un collar férreo. Pero no los necesitaban; estaban bien nutridos con lo que les quedaba en el garguero. Y dormían seguros, emparejados debajo del bote.
Había un solo cormorán inteligente y soñador. Después de la pesca, se paraba sobre un pilar de la barda a secarse, bailar, y pensar. Y cardaba impresiones cuando observaba la vida de los cormoranes libres.
Un día decidió promover la revolución.
Cada vez que los cormorancitos entregaban su cuota, él gruñía, como hacen los cormoranes, y escupía al agua, el botín. Trató de que entre todos se quitaran las argollas. Sólo consiguió que el chino lo ahuyentara con el remo y que los otros cormoranes lo señalaran con la punta del ala, y lo picotearan cuando se secaban en la playa.
Denostado, escapó furioso y malvivió solitario. La bandada creció, por obra de la naturaleza. El chino se hizo rico
Las revoluciones no prosperan si la panza está llena. 
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(Tras la Ventana) SOL

 Reto Libre 144: Tras la ventana

SOL (Prosa)
Detrás de la ventana, adentro, una mujer sacude su cabello y su modorra triste. Y con el alma cargada de silencios y sollozos, se arrastra sobre sus pies cansados, con las alas rotas .
Detrás de la ventana , de aquel lado, yace una guitarra desmayada en su funda; y en un florero vacío se deshoja el recuerdo fugaz de las últimas rosas.
Detrás de la ventana, de aquel lado se destiñen las fotos y las risas.
Detrás de la ventana, adentro, debe de oler a polvo y medicinas.
Y frente a la ventana, afuera, yo estoy brillando y entibiando el aire. Ya están pintadas las copas de los árboles y hay un baile feliz de margaritas. Y hay un tintineo de arroyos y de trinos. Y voces de la calle, de los parques, de otras casas donde la gente vive.
Ojalá corra pronto sus cortinas y mi luz la anime.

ORANDO

 ORANDO (Prosa)

“Dios te ama, Dios te cuida. Dios te prueba… Pero todo pasa y queda el Amor.
“Dios te prueba”… (¿o te entrena?)... para la maratón de la injusticia… para la insolencia del egoísmo…
“Rece, hija, rece”.
Ojalá volvieran esos días en que bendecíamos la mesa y nos daban la bendición junto con las buenas noches.
.Entonces podían pasar mil pandemias, mil traiciones, y no había “depres” que resistieran un rosario de quince misterios, abrigaditos al lado de la estufa. ¿Depres? Tragedias de esclavitudes y holocaustos. Pestes. Guerras.

¿En qué momento percibimos que ”eso” no servía para nada? ¿En qué momento renegamos de esa fe que sostenía los esfuerzos en los peores momentos?

Si yo sostuviera con Fe el Rosario que usaban mis padres…que ataba sus manos cada noche antes de acostarnos, y que duerme en un cajón de mi ropero… Si me mordiera esta lengua interior, tan erudita y escéptica… Si me acordara de las letanías… de la mística atmósfera del Sagrario… ¿Me sentiría más protegida y segura? ¿Me dormiría tranquila sin temer por mis hijos y mis nietos? ¿Me sentiría más flexible entre tantas vivencias extrañas y violentas; más humilde en el respeto de tantas maneras de “elegir vivir”?
No sé el camino de vuelta. Yo soy mi templo
¡Oh, Dios… No importa qué sos. No estés lejos. Dale luz a mis angustias. Soplá sobre mis anhelos ahogados en el miedo. Amé

PIROTECNIA

PIROTECNIA (Verso)
Pirotecnia feliz del Año Nuevo…
«¡Feliz y fértil dos mil veinte!...»
Un sordo bombardeo de petardos
estalla en medio de la noche ardiente.
Y se deshace en luces bailarinas
en un despliegue insólito
de giros y de vuelos.
Aquí abajo, el mundo se suspende
embobado en la magia de la fiesta.
Apoteosis.
La noche es una sola carcajada
pletórica de triunfos y de sueños.
«¡Este mundo es nuestro!
¡Merecidas y bellas cataratas
de luces bailarinas, en el cielo
para premiar tanto talento!
¡A nuestros pies, praderas, selvas, mares!
¡Nuestros!…
¡¡Cuánto más ganaremos!!
No hay pestes, ni pobrezas, y si quedan
es por pura ignorancia,
por pereza»
***
Al salir a la calle, al otro día,
encontré en la vereda
unos cartuchos negros, requemados.
¿Ominosa advertencia?
No siempre lo que brilla es poderoso.

¡¡¡En la vida hay sorpresas!!!. 

Bien Cuidada


Al anochecer terminó el concierto en los balcones.
¡Y adentro!
Recalienta una sopa. Mira una película ambientada en los años 30. Ley Seca. Maffias, tiros, miedos. «La cuarentena me ha cambiado los gustos, “de prepo”.
Medianoche de invierno. Hay calefacción, pero crece el silencio frío, en el piso 14.
No es hora para que una anciana rumbee a la cocina; ya debiera estar en su cama. Van chancleteando sus botitas de paño; un acolchado viejo la abriga hasta la cintura; hacia abajo, un jogging gris, devenido en pijama. De pasada se mira al espejo del pasillo. «Ja. No me falta más que el sombrerito para ser la loca de los años treinta. Debo ser un prototipo de la crisis 2020. ¡Una bruja flaca, solita, en un mundo en crisis!»
Abre de un tirón la puerta del armario y elige una entre las cinco botellas de licores que le han regalado sus hijos y nietos. Visitas apuradas, para mantener el aislamiento; «hay que cuidar a los ancianos, son los de más riesgo.»
Empina la botellita de anís; un trago largo, largo… una tosecita… ¿de ahogo feliz? «Jajaja. Así me cuido. Así protejo mis neuronas. Si me mata algo va a ser el encierro».
Ella tararea y hay un meneo anquilosado debajo de su pijama. Piensa en sus amigas, protegidas, que también cantan y bailan y se añoran desde la jaula del ZOOM.
Y que cada día revuelven augurios de ventura y veneno, en los calderos del “wasap.”
Apaga la tele. Se recuesta en el almohadón del sofá.
Se adormece… Asoma el enojo, jadeante, oprimido. Tanto dolor, tanto miedo, tanto derrumbe. «Cuando esto pase… Cuando nos abracemos otra vez… Cuando la gente pueda trabajar sin miedo, y con dignidad»
Un lagrimón que estaba agazapado en su garganta, se escapa sin pedir permiso, y se vuelve catarata sollozante.
Intenta un Padre Nuestro por los médicos, los enfermos, los muertos… «Como nosotros perdonamos…»
Pero no puede perdonar . ¿La traición a la Vida? ¿La venganza de la Vida? «Ahhh; se me derrumba el mundo; pero me quedo en casa».

Desde la desesperanza


Muchas veces, en especial en estos tiempos, me quedo en pie, mirando al cielo, a la espera del ansiado maná que imagino tan delicioso y saludable. Pido por él, sin palabras.

Nada existe, fuera de los límites de su música ignota.

Y me siento demasiado pequeña, apabullada por esa presencia imponente, silenciosa y ajena.Es cierto que me envuelve una paz inalterable … pero agobiante. Su peso intangible me hunde lentamente en mi propio desierto.

Soy una partícula más, prisionera de una órbita, y no puedo permitirme ni un suspiro ni una lágrima; mucho menos un grito, que desequilibrará el prodigio.

¿Qué prodigio? ¿El paso inalterable de las horas? ¿Las sempiternas notas de una melodía inerte?

Tierra abajo, inanimada, me deslizo hacia mi corazón cansado; una vertiente obstruida por el desencanto. Me recuesto. Me abandono a la pequeña ternura de algún recuerdo feliz..

Y entonces encuentro el huerto de las manzanas prohibidas; la magia de desobedecer, de saltar al abismo y de erguirse otra vez. Por encima del caos, el encanto de seguir viva en otra realidad;. con otro corazón, con otro cerebro; con miedos nuevos y con goces nuevos; con caminos nuevos. Pisotear fetiches inservibles. Suspirar, sollozar, sonreir.

Voy renaciendo al gozo de volver a estar de pie, mirando al cielo, masticando el maná de la esperanza y los anhelos. En el fondo de mi noche, entre los astros eternos, parpadea un lucero nuevo


miércoles, 28 de septiembre de 2022

LA CARA DE UNA MUJER ES SU OBRA DE FICCIÓN

 


 Ludovica  ha concertado, el miércoles, una cita a ciegas, para el viernes.

Desde esa tarde, en la soledad del coqueto departamento, ha estado muchas horas frente al espejo. Suplanta las viejas pócimas de su abuela con los brillantes colores de las recetas de belleza de YouTube   Así ha domado sus arrugas y verrugas.  Se ha probado vestidos, maquillajes… y discursos, y actitudes…

 «Cómo pareceré más simpática…». «Cómo pareceré más segura… »…  «Parecería demasiado ansiosa… o demasiado tonta…»

Son muchas sus experiencias de fracasos estrepitosos; quiere saborear un triunfo, por una vez…

Lucha y y lucha; prueba  y prueba. A veces cree que ha logrado mantener a raya a su diablito pesimista. Pero no se siente segura... Es que no sabe que conseguir ser natural es la más difícil de las poses.

Este espacio, tan sobrio y esquemático, no es el suyo.  Estos recursos sofisticados la perturban,

¡Si hubiera alguna señal que justificara sus esfuerzos ! … 

Ya es viernes…. Viernes 13…

Desde la ventana, Ludovica contempla el desolado panorama de la calle vacía y oscura. Entre las ramas de los pinos, silba un viento helado. Una noche ideal para los temidos maleficios.

«La señal…Mejor afuera que adentro» piensa. «¡Qué estoy haciendo aquí, encerrada  y pintarrajeada!»

Como quien apaga la luz antes de salir, ella recita un conjuro y rompe el espejo.

Entre las esquirlas se retuercen las pestañas postizas, la peluca brillante  y los restos de maquillaje.

Se toca la cara y se reconcilia con sus arrugas y verrugas .

Y se lanza veloz en su moto-escoba. Va a cobrarse, en el pub, su esperada  victoria..

****

 

“Sé, tú mismo. Los demás puestos están ocupados” dijo Oscar Wilde.

 ,Y también, ”Conseguir ser natural, es la más difícil de las poses” y “La cara de una mujer es su obra de ficción”.

“Mejor afuera que adentro”, dice la deliciosa Fiona, mientras eructa sin complejos.

 Ludovica da forma a este axioma liberador, que nos ha costado muchísimo despenalizar en nuestra cultura.  “Sé tú mismo” … 

 

jueves, 18 de agosto de 2022

LOS RASTROS OCULTOS DE LAS MIGAS

 

LOS RASTROS OCULTOS DE LAS MIGAS

Marta es mayor que Laurita. Pero, ¿Quién no jugaría con esta nena tan inteligente y cariñosa? lY Laurita la quiere tanto como a sus muñecas.

Ahí están, en sus reposeras, aprovechando el solcito de otoño. Laurita canta algo de un gato; lo aprendió en el jardín.

Miran la calle…saludan con las manos a los que pasan….

Detrás de la reja, cerrada, como siempre, se han abierto unas rosas hermosísimas.

-Esta tarde viene mi abuelita- dice Marta-. Voy a corta unas rosas para regalarle. Dame unas tijeras.

-¡No! Mi mamá no quiere que toquemos su costurero, ni los cubiertos.

Marta gira la cabeza hacia la verja. Canturrea ensimismada.

-No te enojés. ¿En serio que vos también tenés una abuelita? ¿Es “viejiiiiita”?

  -La, la la…  oscura…oscura…  una nube…

-¡No! ¡En serio!¡No cantés! ¿Dónde está?

-Visitando a unos amigos que no la dejan volver…

-La quieren mucho…

-Se escapó en el colectivo y viene esta tarde…

-¡Qué lindo, Marta! Juguemos que hacíamos torta para convidarle.

-Mmmm

-Dale, ayudame. O me la como yo solita…

Y amasa, arma el molde, prende el horno…

Y Martita sigue cantando bajito…bajito. Y bailando en la reposera con un galán invisible

-Es de chocolate, ¿viste? Bien negrita… Tomá…

-Rica, rica, mmmmm… Cham cham…Mmmm

-Pero… Abuela Marta… ¡No se come! ¡Es de barro! ¡AY! ¡Se cayó!... ¡Luisa! ¡Luisa!

La cuidadora viene corriendo. Trae la silla de ruedas de Marta. Cuando la incorpora, 

 la mujer se tambalea y la mira como si estuviera lejos…

Luisa la sienta, y empuja hacia el living.  Laurita le sacude el batón y las pantuflas. 

Las migas de la torta van dejando un rastro oscuro en el piso.

-Lavate las manos, Laurita… ¡Qué ocurrencia, jugar con barro! ¡Hay que cuidarla!

Laurita dice que sí, con la cabeza, y acaricia el pelo blanco de su abuela.

Y entonces, Marta solloza:

- ¡Mala…Mala…! ¿Para qué la llamaste? Ahora no hay torta para mi abuelita…

-

 

 

 

jueves, 19 de mayo de 2022

EL EGOÍSMO Y EL DOLOR EXISTEN


Este cuento surgió de un juego que propuso Alicia Díaz Olmos, la profe del Taller de Escritura:  sacar papelitos de dos bolsas de nailon; una con  sustantivos, y otra con verbos,, para formar un título, Gracias a  ella y a la buena onda de mis compañeras.

Quedé en deuda con el grupo, ya que cuando  presenté el cuento les leí una versión incompleta.

Lo publico por esta vía, porque admiro la profesionalidad y el cariño con que Olga Medrano y Teresita Zaragoza  coordinan este Podcast con hielo y letras.   Mil gracias., dio un po

Mis papelitos decían; EGOÍSMO, DOLOR, EXISTIR.  

Y se va el cuento:

El egoísmo y el dolor existen

Aquellos niños jugaban en la calle  poceada y polvorienta. Tendrían unos diez años. La pelota

hecha con trapos y medias viejas bailaba entre sus pies, en medio de la baraúnda del partido.

La calle estaba cortada por un alto cerco de espinas y una reja. Parece que la gente tiende a congregarse  y encerrarse, en estos tiempos.  Afuera, latía la villa.

Uno de los pocos taxis que entraban por ahí,  frenó muy cerca de los chicos. La pasajera era una señora bastante mayor.

 Los pibes siguieron en la suya. ¡Se venía el gol!

El conductor los bocineó frenético.

—¡Mocosos de mierda!- les gritó

El tiro salió desviado y dio en el vidrio del auto.

Nada grave...Una pelota de trapo...

Pero el taxista la recogió, furioso, y la tiró por encima de la cerca. Del otro lado llegaron los ladridos de los perros y su disputa por la pelota.

¡Qué dolorosa la sorpresa de los chicos! ¡Cuánta impotencia ante ese alambrado traicionero!

El conductor  subió al coche y retrocedió hacia la avenida.

En la esquina, la pasajera  sacudió la cabeza.

—Frená- le ordenó- y bajá conmigo.

—¿Qué pasa, mamá?

—Vos te equivocaste de camino. No estabas donde debías estar.

—Estoy usando el taxi para  llevarte de paseo.  No me voy a parar porque estos negritos estén en el medio de la calle… ¡Encima me ensucian el coche!

—¡Cuánto me duele ese egoísmo de viejo amargado! ¿Nunca jugaste en la calle, vos? ¿Nunca molestaste a los vecinos?

El hombre resopló:

—Yo iba a jugar al Centro Vecinal.

—Que sosteníamos entre todos,  para cuidar a los chicos… 

—¡Vamos, vieja!

—Hay algo que se llama gratitud… Algo hermoso que pelea con el egoísmo para que la realidad no duela tanto.

El taxista bufó otra vez.

—Basta. Ahí  hay una juguetería. Andá y comprales una pelota.

—Mamá!. ¡Estás loca!

—El auto es mío. Un fútbol costará menos que el vidrio que no se rompió. Y mucho menos que una patota resentida.

El hombre agachó la cabeza, se mordió el labio.

-Ay, vieja! ¡Sos tan buena y tan  jodida!...  Esperá. Corro el auto un poquito más lejos y compro la bendita  pelota. 

Y le dio un beso.

Ella le secó la lagrimita que se le escapaba.