No importa que los mojen las tormentas,
que alguien los robe
o que los mee un perro.
Los sueños necesitan las estrellas
de una noche de Reyes.
Sacá fuera tus sueños,
para que se vean.
Y si mañana sólo encuentras
tus mismas zapatillas desgastadas,
dale gracias a Dios:
seguís soñando
y viviendo..
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