martes, 23 de marzo de 2021

El Amor es más fuerte*

 


—Hoy me vino “la Colorada”. Me siguen faltando dientes y sobrando kilos; sigo cocinando coles y cuidando cerdos. Pero hace un mes que me ven distinta: silenciosa, cantarina, amable, limpia.
Aquella mañana iba a la aldea cuando escuché el repique de latón, y el paso del rucio: llegaba el que le dicen Don Quijote.
Él se apeó, tembleque y corcovado, y se postró ante mí. Y entre los crujidos de sus huesos y los de la armadura, escuché su voz, tan apasionada y firme como la de un joven trovador ardiente.
«Soberana y alta señora» «Dulcísima Princesa del Toboso» «¡Oh bella ingrata, amada enemiga mía, de sin par y sin igual belleza». «Si gustares de socorrerme, tuyo soy».
Como siempre, había alzado unas boñigas para tirarle. Pero hoy… Se me cayeron de las manos… Y la carcajada burlona, ronca y áspera, se me volvió sonrisa y jadeo. ¿Sería por “la colorada”?… Siempre me pone sentimental y floja.
Me acerqué. Tendia sus brazos; olía como un bebé sucio, necesitado de ternura y cuidados. Acaricié su cabeza.
Me quedé mirándolo, como si fuera un aparecido milagroso y bienhechor. Una dulzura exquisita bajaba por mi cuerpo; algo tan nuevo, como la ternura… tan insólito como jugar a ser princesa.. .Dejé que me penetrara su mirada… ¿De loco o de santo?
Después me alejé, pensativa. «Dulcinea, virtuosa emperatriz»… «tu fermosura»…
Esa mañana sentí mi alma trémula de placer; esa mañana me amé porque me sentí amada.

*Imagen de Internet


lunes, 22 de marzo de 2021

El Amor es más Fuerte

 
Microrrelato para El Tintero de Oro. “¿Y si nos hacemos una ucronía?”



El punto Jonbar de este micro, es el choque entre la realidad más pragmática y el idealismo más puro; el conflicto básico de la novela de Cervantes.

Frente al monólogo solitario de Don Quijote  nos convencemos de su derrota; de su locura de amor. Nunca será correspondido;  su amada no existe. 

La voz pragmática de Sancho retrata a una Aldonza ordinaria, sucia y fea. que se ríe groseramente del Caballero.

¿Y si Dulcinea  nos contara desde sus recuerdos los sucesos que la arrastraron a la fama en la literatura?

¿Cómo llegó a la memoria universal, a la zaga de aquel  loco?

Abrid vuestros oídos, amables lectores, y descubrid los misterios de un corazón de mujer.

***

El Amor es más Fuerte

Otra vez me vino “la Colorada”. Me siguen faltando dientes y sobrando kilos; sigo cocinando coles y cuidando cerdos. Pero hace un mes que me ven distinta: silenciosa, cantarina, amable, limpia. 

Aquella mañana iba a la aldea cuando escuché el repique de latón, y el paso del rucio: llegaba el que le dicen Don Quijote. 

Él se apeó, tembleque y corcovado, y se postró ante mí. Y entre los crujidos de sus huesos y los de la armadura, escuché su voz, tan apasionada y firme  como la de un joven trovador ardiente.

«Soberana y alta señora» «Dulcísima Princesa  del Toboso» «¡Oh bella ingrata, amada enemiga mía, de sin par y sin igual belleza». «Si gustares de socorrerme, tuyo soy».

Como siempre, había alzado  unas boñigas para tirarle. Pero hoy…  Se me cayeron de las manos… Y la carcajada burlona, ronca y áspera, se me volvió sonrisa y palpitaciones.  ¿Sería por “la colorada”?… Siempre me pone sentimental y floja.

Me quedé mirándolo, como si fuera un aparecido milagroso y bienhechor. Una dulzura exquisita bajaba por mi cuerpo; algo tan nuevo, como la ternura… tan insólito como jugar a ser princesa.. .Dejé que me penetrara su mirada… ¿De loco o de santo?

Me acerqué. Tendia sus brazos; olía como un bebé sucio necesitado de ternura y cuidados. Palmeé su cabeza

Después me alejé, pensativa. «Dulcinea, virtuosa emperatriz»… «tu fermosura»…

Esa mañana sentí mi alma trémula de placer; esa mañana me amé porque me sentí amada.


 


 

sábado, 6 de marzo de 2021

Máscaras


Ya he cumplido mi Cuaresma:

Vía Crucis doloroso

y solitario.

Y te descubro en mi cama,

duende de otros carnavales,

revueltos en serpentinas

meneos y risotadas.

Ahora que estás tan cerca,

al alcance de la mano,

quiero tomarme revancha

de ese amor que se ha perdido

enredado en tu comparsa.

Despertarte muy de noche,

cerca de la madrugada,

para desenmascararte.

Para verte feo y fofo, triste y solo,

blandengue por todas partes;

y reirme a carcajadas

sin que se salten las lágrimas.

¿Llantos? Es que tengo puesta

una máscara en el alma:

porque lo poco que puedes

es mío,

y aún me hace falta.

Microrrelatos del Taller La Bisagra- 2019

Con parónimos

1- Noche mágica

Un chistido burlón, ¿una lechuza? remeda mi suspiro. No importa. ¡Basta de disecar fantasmas; de remendar el alma!

Mi azar no teme a los perjuicios; ya no hay miedos… Sin hesitar, mi corazón latiente, se desgrana en la espera del

prodigio. Me excita este misterio que aletea como polvo de estrellas. Una ilusión latente, que busca ser florida

primavera en el encuentro…

Me desvelo. Siento que puedo develar el crucigrama de tus pasos y los míos, y estoy segura de que estamos cerca. ¡Y

aquí está la prueba flagrante: tu perfume de azahares limoneros!… Cientos de huellas fragantes e inasibles me cercan

en la espera inasequible. Limosnera sedienta, desecada de sueños, expiran mis prejuicios entre tus manos sabias; y

espiras sueños nuevos en mi boca ardiente.

2- Casi bíblico

El sexto día, el Eterno los creó; después echó al cesto sus infinitos proyectos; cambiaría la configuración según fueran

decidiendo Sin duda, los yerros serían constantes, pero estaban diseñados para convertirse en firmes escalones de

hierro.

Esa misma mañana, Adán y Eva devanaron el ovillo de los instantes tonteando con los conejos y las margaritas. Jamás

se devanaron los sesos para entender el sexo a la sombra de los manzanos. ¿Hubo una serpiente? ¿O se rebelaron,

ingenuos, cuando se les reveló el gozo de rebelarse?


II: A partir de títulos de obras literarias

Péndulo contra pozo

El péndulo marcha firme, como un soldadito, en la caja de caoba del reloj. Con cada rebanada de los segundos que

remarca, yo voy armando sándwiches de vida, en la bandeja del tiempo, Es una paradoja; aferrada al vaivén de las

rutinas cotidianas, de los deberes que ya son amores, se ventilan mis horizontes; voy venciendo al imán del desencanto,

pozo lúgubre que asfixiaría mi destino de luz; sin soltarme, me hamaco y vuelo hacia mis sueños.

Yo duermo hasta mañana; el péndulo impasible desfila por encima de cumbres o de abismos.

Desde “El pozo y el péndulo” (Poe)

Estoy en paz

Se atrevió a burlar a la muerte, pero ella no lo abandonó en un plácido bienestar; lo rondó en

angustias y dolores terribles hasta que purgara la culpa que creía haber esquivado.

Durante ese tiempo de agonía, recorrió el tronco rugoso de su vida con los dedos rígidos de su

harapienta memoria . A cada momento tropezaba con alguna cicatriz que recordaba sus opciones.

Muchas se anudaron en la desilusión; le arrancaron un suspiro nostálgico y alguna lágrima. La

mayoría había renacido en ramas fuertes que buscaban cielo y luz; y él estaba latiendo en cada una,

agradecido y seguro.

—No maté a un niño— se dijo.— Lo podé una y otra vez, para que pudiera crecer.

Un golpeteo vacilante marcaba pasos ya conocidos. No tuvo que abrir la puerta; la sombra se dibujó

junto a la cama.

Le sonrió al viejo del bastón.

—¿No traés el revólver?

—No. No vengo a asustarte. Vengo a hacer justicia. Llego para todos.

—Cuando quieras—dijo—. Estoy en paz.


A partir de “El episodio del enemigo”- J.L. Borges