No sé si fui ciego de nacimiento. Me abandonaron de pequeño a la entrada del monasterio.
Fui el cachorrito de
los monjes: siempre los seguía, y aprendía de mi tacto y mi memoria más de lo
que me decían. Vivía como ellos, de la
oración y el trabajo. Cantaba a coro, rezaba a coro; callaba, escuchaba y
memorizaba.
Tal vez por por algún rencor innato, no pude entender aquello de la alegría, el fruto de
ese estilo de vida. Cosas del Señor!
¡Todos somos sus hijos!
Como los peces abisales, yo flotaba en una penumbra de murmullos distorsionados, sin espacios
para la estridencia o los sentimientos. Me nutría en soledad, de las presas que
atraían las bacterias luminosas: las voces pastorales firmes y austeras. Crecí en aquella luz equívoca, blindado en una coraza de ideas fantasmagóricas y acérrimas. Era una
rutina serena y provechosa que no admitía disonancia.
Me asignaron la responsabilidad de la biblioteca. Había memorizado su disposición y era capaz
de recitar y reconocer los textos que
manipulaba. Sabía del secreto tesoro: aquel libro pecaminoso que alejaba de la
paz de Dios.
Cuando comencé a percibir los egoísmos, a sentir cómo se enrarecía la serenidad y crujía la estructura, supe que Satanás alentaba desde aquellos viciosos, mentirosos, soberbios que querían sacarlo a la luz . Yo era el elegido para asegurar el equilibrio.
Y a pesar de mis ojos blancos e
insensibles los fui exterminando.
Estupenda prosa para evocar a uno de los principales protagonistas de la famosa novela El nombre de la rosa, se trata del anciano monje ciego, Jorge de Burgos, quien custodiaba la biblioteca, pero especialmente el segundo libro de la Poética de Aristóteles, supuestamente dedicado a la risa, humor y comedia como efectivos transmisores de la verdad. Un libro muy importante que trataban de ocultar los monjes y el motivo de las muertes en la abadía de quienes osaban descubrirlo.
ResponderEliminarUmberto Eco se inspiró en Jorge Luis Borges para crear este personaje "blanco como la nieve" tanto por las canas como por su palidez.
Un original planteamiento para este reto que nos ayuda a ahondar en la personalidad y misión de este siniestro bibliotecario.
¡Enhorabuena!
Un abrazo.
Gracias, Estrella. Sí, es un personaje muy especial. Con más espacio, o reacomodando el relato, se definiría mejor la falta de alegría en esa rutina cómoda. No sabía de que Borges había inspirado en Eco el pálido y helado personaje.
ResponderEliminarUuuy... ¿De dónde saqué este "de que"? Bueee. Donde meno se piensaaa.
EliminarTe estaba extrañando, compañera. Excelente pintura del ambiente de un monasterio a través de un ciego de nacimiento, y muy buen homenaje a Eco. Sí, tal como te dice Estrella, Jorge de Burgos está inspirado en todo, hasta en su nombre, en Jorge L. Borges. No es muy justo. Borges no era un resentido posible asesino. Tenía un gran sentido del humor. Pero Eco tenía derecho a sus libertades. Un abrazo grande.
ResponderEliminarHola, Juana: Muchas gracias por esperarme siempre. Te aseguro que es recíproco. Voy a aprovechar estos días hasta el cierre, para hacer algunos ajustes que se me hacen necesarios después de tu comentario y el de Estrella. Un abrazo.
ResponderEliminarMagnífico, Beba! Desde el principio tu cuento me hacía pensar en "El nombre de la rosa" y, sin embargo, no he visto venir el final. Me ha encantado. Muy original y muy bien escrito.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Marta, por tu entusiasta valoración. Mucha suerte.
EliminarQué interesante perspectiva, a este personaje lo conocí a partir de unas clases en el colegio y me impresionó mucho. Muy bien narrado, la comparación de los peces abisales con la experiencia del hombre desde niño en su ceguera me gustó mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Cyn. Las obras maestras como "ElNombre de la Rosa" son una fuente preciosa de inspiración y despiertan la creatividad de los lectores. Muchas gracias por tu atento comentario.
EliminarMe ha gustado mucho tu micro y sobre todo el guiño a la obra de Umberto Eco. Has logrado que acompañemos al personaje desde su niñez en ese monasterio, la forma en que el ambiente afecta su personalidad para al final lograr una historia redonda con la alusión al Nombre de la Rosa.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana por tu lectura y comentario. Suerte para vos.
EliminarHola Beba. Magnífico aporte, compañera. Meta literatura de la buena, aprovechando personaje de otra obra para hacer tu propia incursión con eficacia e imaginación.
ResponderEliminar¡Muy bien, Beba!
Hola, Tara
Eliminar.Muy agradecida por tu atenta lectura y tus conceptos. Un abrazo.
Hola, Beba. Por la forma en que estabas contando la historia era inevitable acordarse de El Nombre de la Rosa. El hecho de que se certifica al final la procedencia no hace sino confirmar que el relato estaba magníficamente planteado. Estupendo relato.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Isan. Me alegro de que te haya gustado. Suerte para vis.
EliminarVas hilando la evolución del personaje hacia su lado más siniestro con mucha plasticidad, pasando del lado tierno "fui el cachorrito de los monjes" al lúgubre "Satanás alentaba desde aquellos viciosos, mentirosos, soberbios..." con naturalidad, como si fuera el desenlace inevitable al que estaba destinado el protagonista. Me ha gustado mucho. ¡Felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias, Matilde, por ty lectura atenta Me alegra que te gustara. Suerte para vos.
EliminarHola Beba, vaya precuela más apropiada para el tema del micro, anticipando el misterio y la intriga de la historia que creo todos conocemos. Buen aporte, saludos 🖐
ResponderEliminarMuchas gracias por tu atención. Suerte para vos
EliminarHola Beba
ResponderEliminarMira tú por dónde que aparece el malo, malísimo de En el Nombre!!
No me podía imaginar un final como ese.
Un abrazo
Hola, Paola. Sirpresas que da la vida. Las obraa maestras enriquecen la inspiración. Mil gracias. Abrazos.
EliminarHola Beba, me ha gustado mucho la ambientación de tu micro. La evolución de tu personaje desde su inocencia infantil hasta su protagonismo como verdugo y defensor de la escolástica cristiana.
ResponderEliminarMuy buen relato Beba.
Hola, Carles Leo: Traté de comentar en tu blog, pero no me lo permitió; desconoció mi dirección de correo. Me pareció un cuento original y sumamente inteligente. Excelente manejo de la tensión narrativa. También volví a disfrutar "Cosas de Mujeres". Espero que al menos te lleguen por aquí, mis sinceros aplausos.
EliminarMuchas gracias por tu atenta lectura y comentario. Suerte para vos.
ResponderEliminar¡Hola, Beba! A cada micro que leo me llevo una sorpresa. Te aseguro que no se me habría ocurrido que la premisa nos pudiera llevar a este homenaje a El nombre de la rosa. ¡Y qué homenaje! Narrativa firme, historia descarnada... Fantástico. Un abrazo!
ResponderEliminarQuerido David: Muchísimas gracias. Que te repongas pronto.
ResponderEliminarHola Beba, te leí como inculta o novata que soy en algunas lecturas famosas, pues desconozco esa obra literaria.
ResponderEliminarPero te apunto que me fui imaginando a ese personaje abandonado y su vida en el monasterio, entre tanta austeridad, silencios y monótona rutina, con razón no entendía la alegría, es lugar para pocos, eso creo...
Una muy buena narración sin dudas, pues haces que nos identifiquemos bien con este personaje y hasta sintamos lástima por él, a pesar de sus crímenes.
Gracias por ofrecernos tan buena lectura Beba, que pases un tranquilo fin de semana.
Harolna: Qué linda experiencia viví con tu cimentario, tan sencillo y tan sincero. Agradecida, de verdad. Un gran abrazo.
ResponderEliminarHola Beba. Vaya regalo que nos has hecho. El personaje del monje Jorge de Burgos (he tenido que mirar en los comentarios pues no me acordaba del nombre, je, je, je) es clave en uno de los mejores libros de Umberto Eco, base de la magnífica película que filmará Jean-Jacques Annaud, y tú has sabido contarnos con maestría su historia en tan poca extensión. Un bonito homenaje a la literatura, sin lugar a dudas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y a pesar de lo que sería o haría después, leyendo tu relato puedo empatizar con el protagonista. Vivir así, tal como, a tanta profundidad de la realidad, es mucho más duro que vivir simplemente en la mera oscuridad.
ResponderEliminarHermosa inspiración creaste, y gracias por traerme a la memoria a U.Eco.
Fantástico aporte.
Un abrazo, Beba.
Un relato que engancha con un libro. No lo he leído ni sabía quién es. Me gusta tu relato y me deja intrigado en como seguiría.
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS POR TU VISITA Y TU COMENTARIO.NO HE PENSADO EN SEGUIRLO, EN REALIDAD. QUISIERA RETOCAR Y AMPLIAR LA HISTORIA SIN PLAGIAR A UN GRANDE COMO UMBERTO ECO T "EL NOMBRE DE LA ROSA". NO TE LO PIERDAS, QUE VALE LA PENA.MUCHOS CARIÑOS SUERTE.
EliminarHola amiga Beba, conforme leía me vino a la cabeza el personaje ciego, ese monje mayor siniestro que estaba siempre en la biblioeteca y que envenenaba. Esa escena de los monjes pasando las páginas de los libros y el dedo manchado de saliva y veneno. Muy bueno el libro y la película. sí señora. Gracias amiga. Un beso, feliz fin de semana.
ResponderEliminarEs un personaje miy impactante el del monje Jorge de Burgos. Me enteré en este espacio que hay una alusión a Jorge Luis Borges, nuestro gran escritor, y director ciego de la aBiblioteca Nacional. Me alegra que te haya gustado. Yo disfruto mucho con us creaciones. Abrazos.
EliminarHola Beba, solo volví a darte las gracias, porque vi la película "El nombre de la rosa" ayer, y me gusto mucho, imagino que el libro la supera, como pasa casi siempre.
ResponderEliminarBuen fin de semana
Agradecida por tu interés y contenta de la buena experiencia que has vivido.Un sbrazo, Harolina.
EliminarHola, Beba. Muy buen micro. Al ir llegando al final nos develas de quién se trataba. En ese momento comenzaron a llegarme las imágenes que guardaba en mi memoria. Película excelente con un mensaje contundente.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, amiga. Qué bueno que sumaste tu experiencia a a la lectura del relato. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarBeba un buen micro, no he leído el libro y si vi la película. Me acuerdo del personaje ciego. Un abrazo.
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