Me he decidido. Prefiero desvelarme, a sufrir más pesadillas.
En medio de la tormenta, avanzo con mi coche, munida de un pack de latas de cerveza. Trago a trago, desafío a los presagios: aunque se caiga el cielo o me ahogue en un bache.
Que si hay bandas que buscan chocarte; que si hay gente que roba órganos; que no conduzcas si estás ebria…Los augurios nefastos zumban como los tábanos. ¡Dejen vivir, caramba!
La calle está vacía, pero otro auto avanza detrás del mío, a gran velocidad y haciendo guiños de advertencia.
¡Me están siguiendo…! ¡Al fin alguien me sigue! ¡Hundo el acelerador! ¡Y el otro, también!
¡Paf! ¡Crash! ¡Aaaaayyyyy!
No sé cuánto duele que te roben un riñón, ni cuánto te dan por conducir borracha… ¡Pero semejante golpazo en la cintura, contra la mesa de luz…!
Pues, por mucho que lo deseara, no logró evitar las pesadillas. Y es bien sabido que los accidentes domésticos son los más abundantes y peligrosos, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Josep. La vida es sueño... Y pesadillas. Gracias
EliminarMe ha gustado como lo has resuelto, Beba, a golpe de frases muy cortas y verbos de acción que prestan velocidad al micro, y con un toque de humor con batacazo final.
ResponderEliminarGracias
EliminarEntré en taquicardia con el pack de cervezas. Un abrazo.
Hola, Beba! Relato de varias leyendas urbanas, en tono de humor y que finalizas con sorpresa final al despertar de la pesadilla. Me ha gustado mucho. Saludos.
ResponderEliminarSalud,compañera
ResponderEliminarYa estaba extrañando tus historias. Me he reído por la historia, por el ritmo que lleva y por ese final que la hace perfecta.
Qué duermas bien!!! Un abrazo
Muchas gracias, amiga. Gracias
EliminarEntré en taquicardia con el pack de cervezas. Un abrazo.
Muy buenoooo!!! Gracias, maestra. Un abrazo
ResponderEliminarUn honor tu comentario. Mil gracias.
EliminarY eso por no querer soñar. Al final no pudo librarse. Un relato con un final divertido y sorprendente. Saludos.
ResponderEliminarMoraleja: no te cortes las alas con cerveza. Ja, ja,ja. Gracias
EliminarHola, Beba. Un relato de velocidad endiablada, como el coche que nuestra protagonista conduce en sueños, y de paso un buen repaso a las leyendas urbanas más populares. En definitiva un gran trabajo.
ResponderEliminarFelicidades.
Un honor tu comentario, Bruno. Mil gracias
EliminarEl robo de organos es una leyenda urbana muy muy terrorífica, creo a la víctima le ponían alguna toxina en la bebida .... y puede que SI ocurra.
ResponderEliminarEstupendo, Beba. La leyenda y la resolución final. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarGracias, amiga. Me encanta que te haya gustado.
EliminarYa lo dijo Stevie Wonder: si bebes no conduzcas y yo añado: aunque sea el sofá de tu casa. Creo que mejor optar por las pesadillas en la cama.
ResponderEliminarBuen micro. Un abrazo.
Hola, Isan. Gracias. Sí: siempre hay que optar por los sueños antes que por las broncas.
EliminarJaja. Seguro que duele más que te roben un riñón. La protagonista está de enhorabuena .nos has traído de un sueño a la realidad. Genial el final. Me encantan estos finales.
ResponderEliminarSalufoss
Hola.Muchas gracias. Me alegra que te gustara.
EliminarLo mejor, no beber ni conducir en ese estado y si te roban un riñón no te digo más... Genial tu relato. Un placer leerte. Saludos
ResponderEliminarGracias. Lo mejor es elegir soñar... aunque por ahí salte una pesadilla.
EliminarMuy bueno e ingenioso. Combinas las leyendas urbanas y miedos en un relato que al final nos sorprende. Me gustó mucho por su originalidad.Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias,Ana. Me alegra que tehaya gustado. Un saludo.
EliminarLas pesadillas nos persiguen durante toda nuestra vida, pero a algunos también después de la muerte. Muy buen micro, Beba. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Carles Leo.Lo mejor es elegir soñar... aunque por ahí salte una pesadilla.
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Al empezar a leer tu relato me ha parecido que era una versión en primera persona de la famosa chica de la curva, pero al terminar de leerlo me ha encantado, Muy buena combinación de dos leyendas urbanas que bien podrían fundirse en una sola! Un saludo!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura y comentario. Un saludo.
EliminarVaya forma de despertar, no sé si es preferible seguir con la pesadilla.
ResponderEliminarBuen micro, Beba, un saludo.
Otro para vos, Ángel. Lo mejor es elegir soñar... aunque por ahí salte una pesadilla.
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¡Hola, Beba! Bien podríamos calificar tu propuesta como Pesadillas Urbanas, ja, ja, ja... Buen micro en el que recopilas las leyendas urbanas más clásicas y su efecto en nuestro inconsciente, al punto que termina efectos físicos en forma de despertar con sobresaltos y golpe incluido. Estupendo aporte. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias, David. Me alegra que te gustara.
EliminarAl menos no ibas conduciendo un coche , pero es que a veces
ResponderEliminarlas pesadillas son tan reales , que parece que los vives de verdad.
Muy buen micro , te deseo una feliz tarde saludos de flor.
Gracias por tu visita. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Beba. El micro termina en situación parecida a como empieza, con la narradora en la cama en estado de duermevela, al final no fue capaz de librarse de sus peores pesadillas. La carretera da mucho de si en cuanto a leyendas urbanas y tú has sabido sacarle partido. Un saludo.
ResponderEliminarHola Beba, muy bueno tu micro, directo y preciso, huyendo del diablo es más fácil encontrarse con él, y en vivo, ja, ja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Beba. Hasta que no tiene una pesadilla de ese estilo no te das cuenta de la realidad. Yo una vez me caí de un barranco que parecía interminable y al abrir los ojos solo el medio metro de altura de la cama; aunque, eso sí, del golpe en las costillas no me libré. 😁🖐🏼
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