CANTO MARINO
¡Sabe Dios qué marineroterminó el ron agridulce,
a la sombra de un guayabo!
Y a la luz de las estrellas
que hurgaban el horizonte
para encender claridades,
hizo un barquito de sueños,
y lo mandó en la botella
a alguna novia, tal vez.
El mar escindió a la playa;
con su mascarilla de olas
encrespadas....
Acarició la botella.,
serpenteó, retrocedió…
Y se la dejó olvidada...
Crujió la botella rota…
Un bollito de papel
tiritaba melindroso.
En medio del laberinto
de sus huellas en la arena,
la bajamar lo mecía,
al barquito de papel.
Con su vocación santera,
lo apaciguaba, serena.
Adivinaba mensajes;
le planchaba las arrugas
para hacerlo renacer.
En algún pueblo cercano,
la brisa trajo palabras
desde el mar.
Y un tañido cristalino
besó a la novia perdida,
y la hizo suspirar.
Y se la dejó olvidada...
Crujió la botella rota…
Un bollito de papel
tiritaba melindroso.
En medio del laberinto
de sus huellas en la arena,
la bajamar lo mecía,
al barquito de papel.
Con su vocación santera,
lo apaciguaba, serena.
Adivinaba mensajes;
le planchaba las arrugas
para hacerlo renacer.
En algún pueblo cercano,
la brisa trajo palabras
desde el mar.
Y un tañido cristalino
besó a la novia perdida,
y la hizo suspirar.
Muy bello poema.
ResponderEliminar¡Felicitaciones!