El niño sale de la carpa y se sienta en el suelo , junto a la fragua. Es un niño de grandes ojos oscuros y bonitos rulos negros. Lleva un bollo de pan en la mano derecha; con la izquierda rasca la cabeza del perro más tonto del mundo: el suyo, el más amado.
La luna los mira, fría, lejana, redonda, plateada…
La madre y otras mujeres, están revolviendo en las ollas, mil veces, para que se despeguen las sobras con las que van a cenar. Y cantan coplas y se ríen; o se riñen por tonteras; y otra vez vuelven a reírse.
El niño mira y mira a la luna… Tal vez sus senos blancos le recuerdan su destete postergado. Tal vez, su polisón de nardos, se parece a la mantita de su cuna, y por eso se mece entre los rayos, y se adormila. La luna es una mamá serena y luminosa.
El niño y el perro miran a la luna… La están mirando… mirando… Después entran a la casa, medio dormidos, y se duermen del todo.
De pronto resuenan los cascos en la noche metálica; los hombres vuelven al campamento y las mujeres preparan los cazos. Y una zumaya chillona las obliga a persignarse entre carcajadas.
Mientras tanto, la luna juega a la carretilla con las mareas, y revuelve almanaques.
Mil veces sale la luna… otras veces, no… ¿Se le habrá perdido el polisón? ¿Se lo habrán robado los gitanos para hacer abalorios? ¿O se lo han cambiado por uno de luto y de espinas?
Ahora, el niño ya no la ve. Se ha ido detrás de un rayo que le ha señalado el pecho y le ha robado el corazoncito. El pequeñito quedó cerca de la fragua. El hombre que fue niño yace entre los olivos, pálido como la luna. O se vuelve negra sombra, cuando la luna no está.
La madre y el perro, y los gitanos, y la zumaya, han dejado la tribu y duermen bajo los troncos grises.
Y cada 18 de agosto, despiertan, miran a la luna llena y le aúllan la injusta ausencia.
Después vuelven a dormirse junto al pequeño Federico soñador.
* A partir de “Romance de la luna, luna”, de
Federico García Lorca.
que placer encontrate
ResponderEliminarsoy argentina tambien Te dejo un abrazo inmenso y mis huellas por si queres comunicarte
Me encanta como escribis