viernes, 10 de julio de 2015

jugando con la Biblia

La penúltima de la parábola

La penúltima de la parábola.


Una  de las semillas cayó al borde del camino.

Un perro se echó para tomar sol.  La semilla quedó prendida en su pelo.

El animal se levantó y se fue  hasta el jardín de la casa. Cuando se sacudió, ella cayó blandamente junto a las margaritas que el jardinero regaba todos los días, sin mirarlas demasiado porque son fuertes y rústicas.

Allí se quedó la semilla, creció y floreció.

Porque caiga donde caiga, la buena semilla no se pierde. Dios la sigue cuidando. 

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