En esta tarde de sol
yo me recuesto en la arena.
Cierro los ojos y sueño...
Así escapo de mis penas
Soy una gaviota rara
que no grita mientras vuela.
¿Soy, acaso una sirena?
¿O un barquito sin timón?
No me engaño; sé qué soy:
un pez preso en tu recuerdo.
Si más lucho, más me enredo.
Un caracol aturdido
por los ecos encerrados
de tu ausencia.
Me enderezo y canturreo
los versos de esta balada...
No me sirven para nada.
Me voy a nadar un rato…
Que no se note si brota...
una lágrima...
No hay comentarios:
Publicar un comentario