Combino las palabras DIRIMIR, AGRADECER, PERDONAR, VOLTEAR, ESGRIMIR, ESFORZAR, AMANECER, AMAR, SABOREAR, APAPACHAR, SUPERAR, OLVIDAR, REIR, RALENTIZAR Y ARMONIZAR (Reto de Territorio de Escritores- Set 2019
Blog para recopilar y compartir mis escritos, fragmentos de lecturas que me han impactado y algunas informaciones útiles para escritores
martes, 7 de mayo de 2024
PRIMAVERA
Combino las palabras DIRIMIR, AGRADECER, PERDONAR, VOLTEAR, ESGRIMIR, ESFORZAR, AMANECER, AMAR, SABOREAR, APAPACHAR, SUPERAR, OLVIDAR, REIR, RALENTIZAR Y ARMONIZAR (Reto de Territorio de Escritores- Set 2019
domingo, 5 de mayo de 2024
El cuarto estaba vacío (juegos narrativos/ Territorio de Escritores)
miércoles, 1 de mayo de 2024
ceremonia secreta
viernes, 19 de abril de 2024
sábado, 13 de abril de 2024
jueves, 21 de marzo de 2024
El eterno frustrado
El segundo obituario
Sí; yo escribí el segundo obituario cuando murió el Guille Borelli. Vecinos de casa por medio resultamos antagónicos y hasta enemigos. En el secundario me trataba como a un infeliz y encabezaba los corrillos para hacerme pisar el palito con alguna tontera; y al coro de obsecuentes se sumaban las mellizas, Graciela y Susana, preciosas, inteligentes pero más malas que las arañas; se fingían enamoradas para reírse de mí, pero jamás me invitaban a sus fiestas. Al final, Graciela se casó con el Guille, y Susana se quedó soltera sin ningún apuro; como empresaria exitosa, no quería compromisos.
Yo entré como periodista amateur en el diario del pueblo que publicaba mi tío. Los tenía siempre en la lupa para marcarlos como sospechosos de algo insólito. Pero el tío no me publicaba nada que pudiera crearle problemas, y menos si no estaba muy bien documentado. Dos notas brillantes que pergeñé sobre la conducta de sus hijos o de su cuñada aterrizaron en la papelera de reciclaje en medio de la furia de mi jefe.
A punto de pasar a planta como encargado del escobillón, ocurrió el accidente que le costó la vida al Guille. Entonces vi los cielos abiertos: redacté el falso obituario de la amante “Susana” y lo colgué en la página de trabajos de impresión para la siguiente tirada. Antes de éste se encontraba el que habían mandado publicar Graciela y sus hijos. Mi confiado compañero volvió del baño y siguió trabajando sin percatarse de nada; aquí, yo también era una cucaracha kafkiana, invisible e indeseable.
Pero nadie tomó en cuenta la publicación adulterada; en el apuro omití escribir el nombre del difunto… A pesar de la coincidencia cronológica, ¿quién no tiene una amante? ¿por qué no puede llamarse Susana?
Sí; aquí estoy yo, el eterno frustrado; ni siquiera tengo una amante que se llame Susana.
jueves, 14 de marzo de 2024
domingo, 11 de febrero de 2024
Historia de cuatro preciosas polleras
Esta soy
yo, a los ocho o nueve años, acompañando a mi tía, LA MODISTA, a “La Moda” la
mercería en donde se nutrían mis cuentos de hadas.
—Buenos días, señorita Segunda—saluda con voz
untuosa y varonil, el señor Pérez, dueño de la mercería (y del corazón de mi
tía, según las malas lenguas…)
—Hola, nena.
—Bebita, contestale al señor… ¡Ay, esta
chiquita!
Pero yo ya
no era Bebita. Era una loca soñadora perdida. Me extasiaban las paredes llenas
de botones, y mis fantasías caminaban por esos caminitos de hueso o de nácar,
(o de oro y plata… ¿por qué no?) ...Era como un sendero misterioso… luminoso.
Revoloteaba
como una mariposa, de unos a otros botones, que, para entonces, ya eran como
flores en el campo. Y me posaba en la puerta de la vitrina donde lucían las
muestras de cintas, puntillas y elásticos: rositas rococó, zig—zags
multicolores, bebé, cinta patria, fayetina, raso… Rosa y celeste, nena o varón, broderie, casamiento, primera comunión, los quince…
A mi
alrededor, seguiría la bulla de los “buenos días, señora”, “cómo está, don
Pérez”, “hola, Segu”, “estas cintas son muy caras, don Pérez…”
Yo ya no
era mariposa. Era un ratoncito que asomaba el hocico entre las perchas de
pañuelos de colores y estolas de seda… Y de pronto, ya no ratoncito, sino
princesa encantada, envuelta en ese torbellino de elegancia fresca.
Y, de
pronto, mi propia inspiración: “esta
cinta cordonét blanca y este hilo de bordar, amarillo huevo”…
—Tía… Mirá
qué bonito para bordar margaritas en una pollera azul.
—Qué buen
gusto, nena—comenta don Pérez.
—10 metros
de cordoné, 10 madejitas de hilo amarillo…
Y ese
otoño, mis cuatro hermanas y yo, estrenamos las preciosas polleras…
Homenaje
a mi tía, Segunda Pereira Calvo,
la modista afamada de nuestro pueblo…
La mano derecha de nuestra mamá…
y el
hada buena de nuestros sueños.
viernes, 5 de enero de 2024
NOCHE ESPECIAL
B. P 2022