domingo, 19 de marzo de 2023

LA MATINÉE DE LA SIESTA...

Hoy me hace falta “jugar a que yo era”…una nena que está en el cine…

 Una ramita de abeto, me pincha la cara. Un respingo… Me aferro a la butaca…  

Mis ojos se abren, enormes, ante el paisaje nevado

Yo, Elizabeth Taylor, cabalgo feliz, con mi casaca roja. Lassie va conmigo.

Un escalofrío… Un zumbido…

De pronto, me poso, como una libélula sobre una roca. Nada de nieve, ni de abetos.

«¡Socorro!»

Me asomo al desierto.

¡Los sioux han enterrado hasta el cuello al Llanero Solitario y a Toro, su amigo!  

 Logro salvarlos, con ayuda de Lassie, que me ha seguido.

 «¡Arriba, Plata!. ¡Vamos, Toro!»

El calor es intenso. ¡Arde una diligencia! 

Soy Grace. Me asomo por la ventanilla enmarcada de fuego. ¡Cómo grito y me tironeo los bucles! El Llanero es muy eficiente; me levanta en andas y me sube a su caballo.

Espero ansiosa, como la sobreviviente de los sioux, el beso que llegará, a contraluz del ocaso, bajo las alas del sombrero pulcro; y me siento abrazada, recostada sobre esa camisa impoluta, vencedora del desierto y la violencia.

¿Toro?   De puro discreto, estará orando a Manitú, para no molestar la escena final.

Señora, ya he sacado el nervio de la muela. ¿Cómo se siente?

Una máscara…¡El Llanero Solitario!

¡Bien, doctor!  ¡Buenas tardes!

 Debe abonar en secretaría.

¿Qué dice?...

Tenso, el dentista se transforma en un apache desconfiado.

Sonrío.

Ja, ja, ja. Es una broma. Es que me gusta mucho jugar.


  

jueves, 16 de marzo de 2023

MÁS ALLÁ DEL HORROR



Hola, amigos de EL TINTERO DE ORO

Este texto se inspira en una escna de "El Pianista", estrenada en 2002
No sé si por su forma (poesía), puede sumarse a la convocartoria actual. Pero me gusta darlo a conocer.
Lánguido, desfalleciente,
Junto a un piano prohibido
aparece
el ratón evasivo, condenado al exilio
del sabor del espíritu…
Encallecida el alma, enfrenta al enemigo.
No teme; casi espera ansioso
la libertad que puede darle
el balazo maníaco..
Y de pronto, la orden: ¡Toca!
Wladyslaw (¿Federico?) transita

desconfiado, al principio,

el teclado perdido.
Y sus dedos renacen. Su corazón estalla
de dolor y de vida.
Y desde el piano, enciende
la estrella de un milagro.
Los horrores se apagan y caen las murallas
en ese instante eterno
de comprensión fraterna,
de esperanza, de vida.
El Pianista-2002




viernes, 10 de marzo de 2023

Bolero de Ravel

 Un cuento de Graciela Battagliotti, argentina.. Del libro "El último sueño"- 1996. 

Falleció ese mismo año.

https://docs.google.com/document/d/1nNjtn-6krH5CAfujb-i91Otqo7kb5zT2H-qQ-jsuzWc/edit?usp=sharing

La esposa del Primer Violín de la Orquesta Filarmónica y,  a la vez, reconocido profesor del Gran Conservatorio, aprendió con afinada habilidad y con la paciencia que le ha contagiado el maestro, la clave de combinar el ejercicio y el goce del arte con las tareas domésticas, llevadas a cabo no por necesidades económicas sino por placer, casi como el que produce la contemplación de la belleza. Por eso, en los calurosos atardeceres de verano, allá, en las afueras de la ciudad, adonde viven cómodamente instalados en esa pequeña mansioncilla de estilo colonial, con amplia galería hacia el jardín, ella se complace en ocuparse personalmente del riego del césped y de las plantas, de que la manguera los asperja suave y obsesivamente, sin eludir un rincón o una mata, con abundante agua, para lo cual esta mañana ha tenido que proveerse de treinta metros de flamante manguera y reemplazar así por esta, de agradable azul eléctrico, la ya vieja, quebrada y menos flexible

Es una placentera distracción, casi terapéutica; necesita hacerlo con frecuencia el riego mientras se sienta en la galería y su mente vuela, se pierde entre varias asociaciones, en general ,pacíficas, inocuas, intrascendentes.

No es común que el maestro esté mucho tiempo en su hogar,debido a sus obligaciones laborales que, para incrementar su felicidad, cumple con alegría ya que sus dos únicas pasiones son la música y la docencia. A lo largo de casi tres decenios de matrimonio, los dos se acompañaron mutuamente, y llenaron sus existencias con la música, supliendo así la falta de hijos, Largas charlas, generalmente iniciadas por él y casi siempre sobre el mismo tema (aunque amplísimo) los unen en momentos de intimidad hogareña.Como la pensada estructura de una sinfonía, los temas de conversación entre los cónyuges se alternan y armonizan equilibradamente;no sólo obras musicales de todos los tiempos  y autores son motivo de pláticas cotidianas, el maestro se ha interesado durante toda su vida (y en el presente tal vez con más dedicación) por la música como un fenómeno universal componente del cosmos y como un hecho, en esencia, humano.Es versado en la descripción, uso y sonido de instrumentos de diversos tipos y épocas, aún los más exóticos;ha incursionado en el estudio de simbolismos de variadas culturas, incluyendo la actual occidental, también las reacciones con la música y los símbolos psicoanalistas, admira a Pitágoras, debido a su interés por la interdependencia de la música y la matemática; tampoco le es ajena la relación de la música con las demás artes.

Ella, después de treinta años, es también experta en alguno de estos temas, por ejemplo, los instrumentos musicales de una orquesta sinfónica. Su esposo se los fue señalando prolijamente toda vez que juntos se deleitaron con una grabación, y cuando asistían a un concierto; esto último tenía lugar siempre que no correspondiera a un concierto del maestro, circunstancia que, lógicamente, la obliga a asistir sola y, porque le place, a ubicarse en la primera fila.

Hoy el maestro volverá a medianoche, cuando finalice el ensayo, actividad de la cual debe participar cuatro días a la semana. Es posible que su esposa no lo espere levantada.Ha sido un día agotador, no sólo por la temperatura,sino porque hubo de realizar muchas tareas de índole doméstica. Por esta razón, mientras lleve acabo y supervise la cotidian ceremonia del riego, podrá gozar del anochecer, calmo y silencioso, de esta paz y ,porqué no, de la música.

La música en soledad, sin nadie que se empeñe en describir entradas, modulaciones  contrapuntos de instrumentos, casi una manía del maestro, poseedor de abundante bibliografía al respecto.

Antes de conectar la extensa manquera al grifo y colocar el aspersor en su punta, se dirige hacia el rústico b aúl donde se guardan los disco, ubicados verticalmente para una mejor y más rápida localización .El elegido es “Bolero” de Maurice Ravel, por la Orquesta Filarmónica de Berlín, versión esta que ella suele escuchar en ausencia de su esposo a quien no le satisface, (por varias razones de índole técnica y estética) cómo ha sido ejecutada la popular obra (popular aunque no falta de hermosura y  misterioso encanto).  A ella le agrada, pero no sabe por qué.  Quizás por ser más impactante. Debe saberse que la esposa del maestro no ha realizado estudios sistemáticos de música; es sólo una aficionada. y, a la vez, absorbió espontáneamente, el caudal de su esposo; ella goza de la música de una manera que se acerca más al sentir popular;  una emoción sencilla intensa, la llena toda.; siente alegría que se traduce en un reverbero en su pecho;  tristeza que se convierte en imperceptibles lágrimas.  Oir la música en soledad, sin la compañía del técnico- esposo, es una experiencia más auténtica, no tiene explicación, es un misterio y a ella le agrada vivirlo así. .

Sosteniendo los bordes del disco on las yemas de los dedos, en posición vertical (como le ha enseñado su esposo), lo ubica en la bandeja del cambiadiscos automático y acciona la palanca de arranque. Luego levantará el brazo de un dispositivo para que, sin necesidad de intervención humana, una vez finalizada la obra,se repita, si se quiere, hasta el infinito.

Abrir de par en par las anchas puertas de la sala hacia la galería, es condición imprescindible, para oir correctamente. Ahor sí, a buscar la manguera, Quince minutos, siempre la misma melodía…Ya inicia el acompañamiento rítmico, la percusión básica, allá a lo lejos, suavemente, chachachachán chan, chan

Como una advertencia, casi na insinuación honda y lejana, dulce pero también con algo de siniestro, comienza la flauta traversa a modular la melodía uqe, por motivos didácticos, cuando fue explicada por el esposo, éste la señaló como melodía uno, la cual se ejecuta dos veces; luego sigue lo que podría llamarse melodía dos, también dos veces.

Ella se va alejando hacia el borde de la galería, adonde está la manguera, y mientras tanto siente un leve fastidio porque no puede evitar el análisis de ritmos, instrumentos, tonos, no puede. Si el maestro estuviera allí le explicaría que la parte rítmica está ejecutada  por tambores, timbal y xilofón, por ejemplo, y que luego se agregarán guitarras, contrabajo para el punteado y bajo electrónico.

Treinta metros de manguera, casi tirados negligentemente en el rincón adonde acaba la galería y comienza el jardín, con el riesgo de que se quiebre.

Así, enroscada en el suelo, sugiere una enorme, delgada y larguísima serpiente; es igual a una serpiente; es una rosca de una serpiente.Cuál será la cabeza, se pregunta, y el clarinete finaliza la melodía uno.

El fagot comienza la melodía dos desgranando un sabor grave y asiático.Se ha hecho un nudo informal; esto ocurrió por enrollarla de prisa, con descuido.Ahor parece, más que nunca, una serpiente, o una inofensiva culebra. L esposa está de pie en medio de la compleja rosca, pero no experimenta daño alguno; no ha padecido el pinchazo mortal propio de estos ofidios.El encendido clarinete en tono agudo, acaba la melodía dos.. No ha dejado de experimentar toda Luego chachachachán chan, chan chachachachán chan, chan… Sonidos ondulantes del oboe, al que luego seguirá el oboe grande, o cuerno inglés (recuerda que había puntualizado el maestro) para los dos momentos de la melodía uno.}

Ya es noche de luna, con fuertes reflejos en los acantos verdes y lustrosos que están al pie del muro, al lado de ella y de la misteriosa culebra cuyos nudos está intentando deshacer, pero el animal se enrosca en sus pies, casi hasta los tobillos.Ha adquirido vida propia expresada en una notable languidez de movimientos autónomos y ondulantes, mientras la esposa lucha para pasar uno de los extremos por debajo de la rosca que ya está  llegando a sus pantorrillas, siempre inofensiva pero con movimientos acelerados por el saxo tenor que ejecuta la melodía dos.No ha dejado de experimentar la emoción que la invade toda vez que escucha esta obra: dos melodías que se reiteran y la creciente intensidad y los sonidos de distintos instrumentos que se van uniendo y ensamblando.A pesar de su confusión, recuerda que vendrá el saxo alto y empalmará, al final, con el clarinete.

Tan ensimismada por la música y por los movimientos del reptil.. .tan desconcertada … pero lejos al fondo del fondo. Se pregunta a dónde estará la clave del nudo, y piensa que debería pasar ese extremo entre las dos roscas, para tratar de desnredarlas,. pero como la culebra tiene cada vez más vida propia, no puede manejarla como un objeto.

Además, en el tiempo que duró la melodía uno del saxo soprano, con fondo de xilofón como gotas de agua que salpican un suelo de lisa piedra) y luego repetida por el clarinete junto al saxo, le ha dado otras vueltas, cinco exactamente..Por  estrategia decide no inclinarse para luchar con la parte enroscada pies y piernas, ya que le atrapará los brazos.

es la melodía dos, primero con trombón a vara, que resbala soñoliento, y luego con trompetas que hacen su entrada como si algo floreciera explotando en mil colores., lo que excita más al animal y a la vez pareciera amansarlo como por un encanto.

Un brevísimo descanso con el chachachachán chan, chan chachachachán chan, chan……constante y en aumento, con el ahora suave clanclan cluclun del arpa.,sin embargo, ya han entrado los violines nuevamente, ycon pasión ejecutan la melodía uno; luego, violines y maderas (como clasifica el maestro) La ha sorprendido desprevenida con los brazos bajos y un tanto reclinada y le ha atrfapado las manos, en el preciso momento en que suena la melodía más ejecutada por maderas y metales…chachachachán chan, chan chachachachán chan, chan…y sobrepuesto, el clanclan clan, clanclan clun clun. está casi a la alftura de su pecho, y acaba de dar otra vuelta, Ella piensa (con cierto temor), qué hará cuando llegue el final de la obra, a toda orquesta y el animal esté rodeando su cuello, entonces. Dependerá de las intenciones de la culebra, si pretende apretarla y triturarla, o solo busca el contacto corporal, el baile suave al compás de la música, que el reptil debe suponer ejecutada mágicamente, por la esposa del maestro. Si le dejara libres los pies, podría acercarse hasta el teléfono, o salir a la calle; pediría ayuda aunque se convirtiera en el hazmereir del barrio. 

La orquesta completa ejecuta la melodía uno y luego, con la melodía dos, comienzan las disonancias conmovedoras y desconcertantes. La culebra azul eléctrico se ha desanudado milagrosamente El fondo rítmico de la orquesta eleva su volumen; los golpes de timbales y platillos, pegan en el pecho y en el estómago.El animal est+a enroscado y distribuido casi prolijamente por todo el cuerpo de la esposa, desde los pies hasta el cuello, ondulándose y acariciándola. A pleno toda la orquesta para la melodía dos y para el acompañamiento rítmico.Las disonancias, los grandes golpes de timbal, los trombones, una cadencia disonante y, como cuatro explosiones, el final…

La culebra se ha recostado exhausta, en todo el cuerpo de la esposa, quien intenta desprenderse del reptil.

no obstante, por estar levantada la palanca del dispositivo automático, aún no acabado el encantamiento, ya vuelve a oirse el inicial, suave y distante, chachachachán chachachachán chan, chan…

miércoles, 15 de febrero de 2023

DIGAN QUE YO…

 

Participo con esto relato en el  Concurso n° 35, de El Tintero de Oro.




Termina la Misa. Antonia enrosca el rosario en la mano, y lo guarda en su bolso. Después camina airosa , sin bastón ni anteojos, hacia la salida de la Catedral.

Ya ha dispuesto su mañana para vivir en paz con Dios y con el mundo.

Con gestos seguros, derechita, como que no le pesan los ochenta, se sienta en la plaza, a la sombra de una Santa Rita.


 Al frente, la cola del Banco Nación se estira y da la vuelta al manzano. Día de pago a los jubilados. 30°…Toda la mañana al rayo del sol…Dos filas bien prensaditas: los “discapacitados varios” y los “sanos”, digamos…

 «¡Pobres idiotas!» masculla como autómata.«Gracias por el Home Banking»... 

 Abre su bolso y saca de un tuppercito, un par de empanadas… También la botellita del agua. 

« Hay que vivir para ver…Viven llenos, de miedos y se vienen a cobrar como hace  cuarenta años»…

El pobre Custodio, que Dios le dio al nacer, le sopla un airecito y unos trinos desde la Santa Rita… Sonríe. Dios te ama, La vida es bella

—Linda mañana, realmente…Me la merezco por mi vida correcta y fructífera.

Y entonces, al frente, los pacientes jubilados se impacientan:

—¡¿Qué?! ¿Que están en asamblea? ¿Que son quince minutos, no más?  ¿Que se cayó el sistema?

«Hay que ver… Qué flojera para aprender a usar los MMC… Hay que actualizarse… Todo se hace por la web…No se puede andar detrás de hijos y nietos para que hagan tus trámites…Digan que yo, soy una luz con esto de la compu…No hago una cola nunca jamás…»

Dios te ama, Sonríe. La vida es bella si pones de tu parte.

Vuelve a las empanadas…Mastica despacito sin sacar los ojos del gentío…

«Después se hacen los liberados porque putean si están enojados. No van a misa, y no se oponen a las malas costumbres de estos tiempos».

«Digan que yo…me manejo solita, gracias a Dios y la Virgen. Y sigo firme con mis principios.»

Custodio se tapa una oreja con el ala derecha. Con la izquierda, la despeina.

De pronto, Antonia sacude su melenita plateada, como espantando una mosca antipática:

«Hijos y nietos…Amigos…Tanto penar para que estuvieran cerca… Digan que yo soy fuerte y no los extraño para nada. Cada uno en su casa y Dios en la de todos…»

¡Ay, Diosito!..¡Qué cruz con esta mujer! Ayudame, por favor…

Entonces Antonia nota que los que salen del banco no parecen fastidiados. Muchos se saludan, ríen y se van en grupetes… A comer un pancho, tal vez…Docentes jubilados de la misma escuela…Abuelos apoyados en algún brazo joven…Parejas de novios nacidas en los Centros de Jubilados… 

«¡Bueno…! ¡Mirá vos!  ¡Al final son más vivos! ¡Aguantarse el solazo y armar un picnic feliz…!  ¡Se la rebuscan con la misma jubilación!» …

Custodio se le sienta al lado y con una de las plumas le seca una lagrimita. Gracias, Señor … ¿Viste que los MMC no son todo?

 «Digan que yo soy muy paciente con la vida y sus contratiempos… Con todo lo lectora y pensante que soy... Tal vez, algo estoica y huraña… Pero, con estos tiempos…»

El suspiro resignado de Custodio se confunde con el ruido del tráfico y el alboroto de los que se dispersan después de cobrar,

viernes, 3 de febrero de 2023

 PAZ

Casas sin jardín… pero arboladas…

Arrullos de palomas 

en las copas de los árboles altos y redondos…                                                            

Campanas de la Iglesia, dando el Ángelus…                                                                                                                                                                         

Ya ha caído la tarde de verano 

y se prenden estrellas y faroles…

¡Y a regar la vereda!… 

Que esté fresco 

para juntar vecinos en las reposeras,

en la noche brillante del verano;

¡¡Piedra libre!!… ¡¡Golazo!!… Faroleraaa 

Calle empedrada… Traqueteo…

Rodillas remendadas…

Tremendos arbolazos, protectores

 en  las  siestas,

y torres desafiantes por la noche,

para trepar sin miedo y esconderse…

o transformarse en príncipe valiente, 

o en doncella embrujada.

Tiempo de paz sencilla y sosegada...

en las noches puebleras de mi infancia.


martes, 24 de enero de 2023

De dragones y escarabajos

 

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            

                En el atardecer, la selva de helechos brillantes y majestuosos llovía luces húmedas. Caín y Abel, los dos cachorros de dragón, jugaban al tute. Caín era siempre el tallador; mezclaba los naipes y se relamía ordenando las cartas a su favor. No siempre ganaba, a pesar de sus mañas. La semana anterior habían jugado por la sonrisa del Eterno, y Abel había ganado.

Hoy decidieron jugarse el turno para compartir la yacija de Awan. La dragoncita no sabía nada de su papel en el juego, y siguió durmiendo rodeada de mariposas.
Un escarabajo diligente limpiaba el terreno y Caín lo pateó. El bicho quedó patas arriba lejos de la bolita de desperdicios Abel lo puso otra vez panza abajo, cerca de su basura.
Caín no dejaba de calcular; y Abel, que se aburría, siguió admirado, el quehacer del escarabajo. Tanto, que se fue gateando detrás del bicho, ¿Presentiría su futuro de muerte y resurrección?

Caín decidió repartir los naipes truqueados… Allá lejos, Abel reptaba hacia el ocaso, emulando al escarabajo.
“A la ocasión la pintan calva”…

Por las dudas, Caín llegó y los pisoteó hasta enterrarlos debajo de los naipes. Luego volvió por el trofeo; la suerte estaba echada.
También la de Awán: engendrar dragones aburridos, lujuriosos y avarientos que desgastaran la Tierra, mientras los dragones laboriosos la iban regenerando.
Caín no mató a Abel; lo empujó a su propia resurrección eterna… Según los antiguos egipcios, creo… ¿O estaba en la Biblia?
—¿…?
—¡No lo sé! ¿Venimos de los dinosaurios?


domingo, 27 de noviembre de 2022

Para siempre, el fuego

 PARA SIEMPRE EL FUEGO

En medio de la tormenta ( Lam/ FaM/Lam)

Enjauladas por el miedo(SolM/Lam

Tristes calandrias sin alas ( Lam/FaM/Lam)

 y el canto ausente.  (FaM/Lam)

 

Pese a la sombra y la pena, (La m)

desde cada jaula ciega (FaM/La m)

vuelan voces que sostienen LA m)

 ese canto (FaM )

hasta que vuelva (Mi7)

 

Breve Interludio:. BC.y tarareo en crescendo. Palmas

 

Pañuelitos de consuelo (La M)

tarjetas de buenos días,(ReM LaM) y tarareo en crescendo. Palmas

para avivar en las sombras,(ReM LaM)  Bis

(una amorosa chispita: LaM)

para avivar en las sombras,(ReM LaM

 una amorosa chispita.(MI7 La7/Lam).

 

(Interludio:  Tarareo en crescendo. Palmas 8 tiempos.Cueca)

 

Y mientras la chispa crece(La7 Re m)

y va entibiando la vida (La7/ ReM)

van enhebrándose en canon DoM/SolM)  Bis

los trinos adormecidos. (REM-Sol M)

 

Ya se asoma una llamita(FaM)

Se enciende una melodía  (SolM/LaM)

 En un columpio de chispasFaMayor)

Se hamaca la poesía. SolM// LaM)

Y la música ondulante(fFaM )

sale al aire e ilumina (SolM 3/ LaM 5)

(Engancha con Canon)

 Arde el Fuego, arde el fuego,..

 chispean los leños…

Unamos las voces…

 Amigos cantemos…

 AMIGOS, CANTEMOS… (VERSIÓN ORIGINAL)

En medio de la tormenta, enjaulados por la pena,

por el dolor, por el miedo,  y el canto ausente,

día a día nos buscamos desde la ventana ciega.

con las voces que llevaban cada llanto, y un consuelo.

Y una mañana cualquiera, al pie del árbol sufriente

vimos aquella brasita que quedaba del incendio.

Hubo en el aire un mensaje, para revivir el canto,

para animar la esperanza y recrear el encuentro.

Tal vez lo hayamos oído con más dudas que certezas,

pero prestamos las voces para ser ramas ardientes,.

para enhebrar en un canon nuestros pájaros perdidos…

y volar junto con ellos… 

y chisporrotear canciones para sahumar las penas.

“Arde el fuego”, repetimos, “dejemos arder los leños,

unamos las voces, amigos, cantemos”....


PARA SIEMPRE EL FUEGO

En medio de la tormenta

Enjauladas por el miedo 

Tristes calandrias sin alas  

 y el canto ausente. 

 

Pese a la sombra y la pena,

desde cada jaula ciega 

vuelan voces que sostienen

 ese canto 

hasta que vuelva 

 

Pañuelitos de consuelo

tarjetas de buenos días,

para avivar en las sombras,

(una amorosa chispita:

para avivar en las sombras

 una amorosa chispita. 

 

Y mientras la chispa crece 

y va entibiando la vida

van enhebrándose en canon

los trinos adormecidos.

 

Ya se asoma una llamita

Se enciende una melodía  

 En un columpio de chispas 

Se hamaca la poesía. 

Y la música ondulante

sale al aire e ilumina 

(Engancha con Canon)

 Arde el Fuego, arde el fuego,..

 chispean los leños…

Unamos las voces…

 Amigos cantemos…